24 octubre 2006

Salvador


Des de el inicio de la película sabes que le van a romper las vértebras con el garrote vil. Lloro, pero la pena de muerte sigue vigente en algunos países. HOY. La injusticia me da dolor de cabeza; pero en el fondo Salvador Puig Antich sólo fue uno más de los muertos injustamente bajo la dictadura franquista. Sólo uno más, cómo jode. Y sigue pasando. Salgo rabiosa del cine, no sólo por Salvador sinó por las jodidas injusticias. Las siguiente pregunta que se me pasa por la cabeza es qué puedo hacer yo. Algo se debe poder hacer.
La rabia y el odio generan rabia y odio.

Un abrazo de Nan Goldin.